Un título más, es lo que importa

¡Los Tigres de Venezuela lo lograron!
Finalizó la quincuagésima edición de la Serie del Caribe, en esta ocasión celebrada en Mexicali, ciudad mexicana ubicada muy cerca de los Estados Unidos, y donde los locales partieron como los únicos favoritos, quizás por el hecho de contar con el único jugador de mayor jerarquía en el Béisbol de los Estados Unidos, como lo es Adrián González, primera base titular de los Padres de San Diego. Los Tigres de Aragua, representantes de nuestro país, arribaron a México con un sin fin de dificultades desde muchos ámbitos, incluyendo el logístico, debido a la hora de llegada a la ciudad del torneo, alrededor de tres antes de cantar la voz de play ball. Pero como lo han demostrado en lo que va de milenio, el corazón fue la principal herramienta con la que jugaron los dirigidos por Buddy Bailey, quienes ayudados por algunos refuerzos, entregaron todo en el terreno del estadio Casas Geo, para alzarse con el séptimo título criollo. Las deserciones de algunos jugadores claves, fueron otras de las dificultades con que tuvo que lidiar la gerencia de los bengalíes, las cuales fueron suplidas por jugadores del resto del circuito rentado de nuestro país, aunque sin nombres rimbombantes. Transcurrió la competición y con ella se iban hilvanando las victorias, las cuales llenaban de satisfacción a Magallaneros, Caraquistas, Zulianos, Orientales, Guairenses, y Cardenaleros, o por lo menos eso creo, tomando en cuenta que a partir del lunes 2 de febrero, el equipo de Maracay de la LVBP, se convertía en Venezuela. El cuerpo de lanzadores de los de Aragua sin duda fue lo mejor de todo el torneo, Brad Knox protagonizó un no hitter inconcluso, Tim Harikkala lanzando primores contra los Venados, y hasta el polémico zurdo Horacio Estrada laborando de manera más que aceptable contra Puerto Rico, esto sin incluir el bulpen que consiguió hacer el trabajo para cumplir con el objetivo. De esta manera se puede resumir lo más rápido posible la actuación de los grandiosos Tigres de Aragua en su nueva incursión en la fiesta caribeña, y aunque perdieron el último encuentro del calendario, fueron un ejemplo digno de emular por la selección que nos representará a partir del próximo mes en segundo Clásico Mundial. Y hablando se selecciones, aun sigue siendo una polémica el hecho de que el campeón del béisbol venezolano continúe portando la vestimenta con el nombre de su equipo, y no algo representativo de manera directa con nuestro país. Dicha contrariedad surge desde hace algunos años, cuando el representante mexicano comenzó a vestir los colores de su país, con el nombre en el uniforme, seguido de los dominicanos, y en algunos certámenes emulado por la representación boricua. Este ha sido un asunto de coordinación por parte de la confederación de Béisbol del Caribe y sus representantes, encabezados por su comisionado Juan Francisco Puello Herrera, ya que debería existir uniformidad en este tipo de competiciones. Imagínense una Copa Libertadores de América, un Sudamericano de Baloncesto, o una Liga de Campeones de Europa de Fútbol, con diversidad de franelas o camisetas. Supongamos por un momento que el Real Madrid de España se enfrente al Manchester United, este último con el uniforme de Inglaterra. Si bien es cierto en la Serie de Béisbol del Caribe solo participa un equipo por nación, siguen siendo “Equipos”, o en algunas ocasiones llamados “Clubes”, lo que deja bien claro que en su vestimenta deberían estar sus colores, o en todo caso, y esto como una solución salomónica, un hibrido de ambas, tal y como lo hizo Aragua en la presente Serie, llevando la gorra vinotinto con la “V” de Venezuela, pero sin dejar su uniforme tigrero, que bastante que tuvieron que luchar para representarnos dignamente en Mexicali. La polémica continuará, y en casas, sitios de trabajo, universidades, y hasta en la calle, seguirán los fanáticos discutiendo acerca de este tema, el cual va desde las oficinas de los dueños de equipo, pasando por las diferentes Ligas, Federaciones, y hasta la misma confederación caribeña. Esperaremos hasta Margarita 2010; pero mientras tanto, ¡Arriba los Tigres, de Aragua, de Venezuela, y del Caribe!
Denny Giménez

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